Sigfrido Kraft

 Acabo de enterarme de la historia de este hombre, y me mueve a dejarla registrada. Busqué por internet y no aparecen datos biográficos más allá de que trabajó en la ciudad de Pergamino para el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria).

Lo que sí encontré fueron 18 resultados que cuentan la misma historia, con más o menos detalles; también un video republicado en varios sitios..

Copio y pego la historia que leí en Facebook que resume todo. Vale la pena conocer esta parte de la historia, lástima que sea tan incompleta, en muchos aspectos.

"SIGFRIDO Y SUS GALLINAS FUSILADAS

Resulta que había una vez un científico al que se le ocurrió desarrollar una línea genética de gallinas aptas para zonas marginales. El tipo se llamaba Sigfrido kraft y trabajaba en Pergamino. Su modesto equipo de investigación, se planteaba reemplazar el balanceado comercial por elementos disponibles en ambientes geográficos locales, para lograr aves reproductoras que se adaptaran a ambientes habitados por población de bajos recursos y graves problemas nutricionales. Algunos ensayos estaban dirigidos también a generar una selección de grupos resistentes a la coccidiosis, una enfermedad parasitaria muy común en los pollos. La cosa es que Kraft, persistente en sus ensayos, llevaba más de 10 años con sus investigaciones, cuando viajó en 1968 a Maryland para participar como expositor en la Segunda Conferencia de la Asociación Mundial de Producción Animal (WAAP) patrocinada por distintos organismos estadounidenses y la FAO. Su presentación le valió una distinción especial y envalentonado con el buen recibimiento de sus avances ante la comunidad científica internacional, regresó a su lugar de trabajo. A los pocos días, el presidente de una de las principales compañías farmaceúticas internacionales, arribó a la estación experimental donde trabajaba. El gringo preguntó por el investigador que había presentado en Maryland el paper sobre la resistencia inmunológica aviar. Lo llevaron al laboratorio donde trabajaba Kraft y dialogaron amigablemente, hasta que Sigfrido le explicó al visitante que si bien utilizaba el coccidiostático pretendía no hacerlo en un futuro. Por eso seleccionaba las aves que podían vivir bien, sin la vacuna. A partir de ahí, la conversación se puso tan áspera, que Kraft deslizó en voz alta lo que sospechaba en silencio:
-no vaya a ser que las grandes compañías desarrollen el proceso inverso al que busco en mi investigación.
Nunca tuvo pruebas certeras al respecto, aunque al tiempo, las revistas de avicultura anunciaban la fusión entre las principales compañías farmacéuticas y las cabañas avícolas.
De igual modo, para fines de los 60, el proyecto de Kraft había alcanzado un avance cualitativo. Sin la utilización de insumos veterinarios, (las vacunas nunca fueron utilizadas, ya que se buscaba emular las condiciones que tendrían las aves en las zonas carentes de recursos para las que estaban destinadas), la investigación requería más constancia que grandes inversiones. Y Kraft era un hombre metódico, constante y terco: por eso en los primeros años de la década del 70 se disponía a abordar la segunda fase de su investigación: probar las nuevas líneas de animales, únicas en su tipo, en el interior del país a través de la Asociación de Coopertivas Argentinas, y comprobar su resistencia allí con las condiciones alimenticias reales. En caso de lograr los resultados esperados, Sigfrido aspiraba a instrumentar, incluso, la exportación de esa genética a regiones de Africa e India, también caracterizadas por una gran disponibilidad de sorgo y algodón y por familias campesinas con grandes déficit de proteínas en su alimentación.
Para 1976 la investigación mostraba una población estable. Mil doscientas familias de aves, treinta y tres mil animales, una selección de 35 familias aviares y alrededor de 2400 aves seleccionadas y endocriadas. Pero sobrevino el golpe de Estado y a los pocos días, 46 operarios, técnicos, extensionistas e investigadores de Pergamino, fueron dejados cesantes por razones de seguridad. Sigfrido Kraft estaba en esa lista.
Tenía prohibido el ingreso al instituto, pero logró entrevistarse con el interventor militar que vivía en Buenos Aires. Le rogó que preservasen los ensayos y logró que siguieran su curso.
Pero el 20 de diciembre de 1976, cuando el presidente de facto de la Junta Militar Jorge Rafael Videla visitó la localidad vecina de Junin, personal militar de su escolta llegó por tierra a Pergamino con una orden: que se dejen de joder con las gallinas. Buscaron a Kraft y no lo encontraron. Fueron a la casa de su ayudanta, le desvalijaron la vivienda y se llevaron a su padre maniatado, dejándolo luego en el pueblo más cercano. Al poco tiempo llegó la orden de eliminar a las aves que integraban los ensayos experimentales. La totalidad del material genético fue destruido y las 35 familias, integradas por miles de aves endocriadas y seleccionadas, fueron destinadas a faena. El equipo de investigación fue dispersado y cesanteado.
Sigfrido Kraft deambuló durante 4 años en oficios diversos: repartidor de leña, asistente en una semillería, técnico en un criadero. Con el retorno de la democracia, en 1984 se le ofreció a Kraft reincorporarlo al instituto, pero en otra provincia, donde nunca antes había trabajo. No aceptó. Se dedicó a la docencia universitaria en Rio Cuarto, Córdoba, donde se jubiló. Pasarían muchos años aún, para que las gallinas fusiladas, fuesen incorporadas a la historia institucional del INTA.
• Durante 1974 y 1983 fueron cesanteados 800 operari@s, administrativ@s, extensionistas e investigador@s del INTA. 200 fueron encarcelados, tres asesinados, cinco permanecen detenidos desaparecidos. En algunos casos se aplicó la ley de prescindibilidad del gobierno de Isabel Perón, en otros la ley de seguridad federal de la dictadura.
• Las actividades de extensión rural como los estudios en sociología y economía rural vieron reorientados sus principales enfoques. También investigaciones en áreas como los estudios de fitomejoramiento.
• En 1989, el impulso a la autoproducción de alimentos sería fomentado por el programa ProHuerta del INTA. Centrado en la generación de huertas familiares, incorporó la provisión de animales de pastura (las gallinas negra INTA) y de carne (los pollos camperos). Sin embargo, las investigaciones que entre 1956 y 1976 se desarrollaron en Pergamino no tuvieron continuidad dentro del Instituto ni fuera de él.
• En 2012 se conformó la Comisión de Reparación Histórica de los Trabajadores de INTA.
• En 2014 se firmó un Convenio de Cooperación entre INTA y CONICET, destinado a profundizar la investigación sobre el impacto de la última dictadura en la trayectoria del INTA en particular, y en el complejo científico-tecnológico en general.
• En 2015 la historiadora Cecilia Gárgano, quien impulsó las investigaciones sobre las agendas de investigación y las políticas represivas en la Argentina, compiló el libro sobre Ciencia en Dictadura. Fue publicado por Ediciones INTA. Fue ella quien rescató la historia de Sigfrido Kraft y publicó su trayectoria de investigación (https://www.mundoagrario.unlp.edu.ar/article/download/MAv15n01/5609?inline=1?inline=1). Años antes, en 2009, la escritora Susana Dillon escribió Gallinas Subversivas (http://letras-uruguay.espaciolatino.com/.../gallinas...)
• La línea de investigación de Sigfrido Kraft nunca fue retomada

https://www.facebook.com/cora.gornitzky

Gallinas subversivas

Documento de Cecilia Gárgano

Video del INTA



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